jueves, 24 de febrero de 2011

Espíritu de equipo: "dentro" o "fuera"



Cuando hablamos de "trabajar en equipo", a cualquiera de los jugadores que quiere formar parte de algo, que quiere ser parte del equipo, sea cual sea, todo entrenador debe explicarle su filosofía, su plan de trabajo, su forma de realizarlo, su capacidad ganadora, sus entrenamientos. Entonces los jugadores deben juzgar si está bien lo que le propones y decidir si están de acuerdo, y con ello se integran; o no lo están y se marchan.



Hay que convencer a los jugadores de lo que tú vas a hacer como entrenador es sólo el interés absoluto del equipo. Cualquier objetivo personal que tienen los jugadores, es algo secundario con respecto a los objetivos del equipo.


En el momento de la verdad ningún jugador está por encima del equipo y nos debe dar igual las condiciones que quieran marcar los jugadores y, por supuesto, los directivos.


Ser entrenador es algo que tiene que ver con el respeto, con la dignidad, la integridad, la confianza y, como entrenador, estás obligado a mantener esta filosofía.


La integridad es un sentido de las obligaciones que uno tiene, y tú como entrenador, estás obligado a hacer lo mejor para el equipo. Tienes que tener una actitud, una filosofía, una forma de hacer las cosas, y cuando tú le das al equipo unas instrucciones, una manera de jugar, sea cual sea, los jugadores deben aceptar o irse, deben estar "dentro" o "fuera".


En estas circunstancias sólo debe haber una "voz", la tuya, no la del entorno, la de la gente, la del presidente, la de los periodistas. El equipo debe pensar que lo que tú estás haciendo es lo mejor para ellos. Así se logra el respeto, y este respeto es el que sirve para crear la confianza necesaria para que los jugadores siempre piensen, en cualquier momento y circunstancia, que tú estás haciendo lo mejor para ellos, y si todo el mundo hace lo que tiene que hacer, llegará el éxito.



Todo esto puede ser un gran riesgo para un entrenador, especialmente cuando está en un equipo con un jugador que no está de acuerdo con tus procedimientos, o sea que está "fuera". Este es un momento muy difícil y hay que resolverlo, y sólo hay una forma de motivar a este tipo de jugador, que no es el dinero, ni el temor, ni el orgullo, el único motivador es el ... banquillo.

Todos los jugadores quieren jugar, es su primer objetivo, su finalidad. El jugador debe entender que si no entrena y juega duro, si no hace lo que tiene que hacer, es tu obligación de entrenador sentarle en el banquillo para que reflexione y para no crear agravios comparativos con otros compañeros. Si como entrenador actúas de esta manera, demostrarás que tienes integridad, que tienes principios, y serás respetado. Si por ello te echan de tu trabajo, pues habrá que asumirlo, pensando que en algún lugar alguien creerá en lo que tú haces y te dará trabajo y podrás ganarte la vida respetando y manteniendo por encima de todo tu integridad.

Debemos recordar que el trabajo en equipo es la esencia de la vida; en el deporte, en los negocios, en la familia, en cualquier lugar se funciona y se tiene éxito en grupo.


Debemos crear un entorno en el cual todos los jugadores entiendan que su aportación no sólo beneficia a ellos mismos sino que, sobre todo, debe beneficiar al equipo. Esta es la misión más difícil que tenemos los entrenadores: enseñar a los jugadores a prescindir de su egoísmo, de salir de su ego para aportar algo al grupo.


Cuentan que el propio Magic Johnson era el primero en comentarle a los compañeros: "oye chico, aquí se trabaja por el bien del equipo; éste es el camino a seguir y no el que tú crees".



Si coges "talento" y lo mezclas con la "actitud", puedes hacer lo que quieras.

Por ello, a cualquier entrenador, no debe preocuparle sólo el ganar, debe querer entrenar a equipos que quieran ser algo especial; queremos formar parte de un equipo en el que todos: entrenadores, jugadores, gerentes y trabajadores del club, se van a ayudar entre sí para convertir al equipo en algo especial. Este creo que es el trabajo de equipo.

Esta es la "familia" y los demás son "oponentes periféricos" que pueden romper este "espíritu de equipo". De ahí la importancia de lo comentado anteriormente de estar "dentro" o estar "fuera".

1 comentario:

  1. No tiene desperdicio tu entrada , Alex , la recomendaré a nuestros chicos para que la lean...Gracias

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