La defensa es un trabajo de equipo, pero está basada en el dominio de los fundamentos que tenga cada componente del grupo. Al contrario que el ataque, que puede conseguir resultados con el juego de uno o dos jugadores, la defensa necesita un trabajo continuo y coordinado de todos.
El juego bonito y entretenido está en la posesión del balón, en poder manejarlo y dominarlo, tirar a canasta o botarlo. A ningún jugador se le ocurre entrar en un campo y ponerse a defender por iniciativa propia.
La posición defensiva requiere un esfuerzo físico importante, y hay que mantenerla durante todo el tiempo de cada ataque del adversario. Así como el ataque permite que el jugador descanse, en la defensa una parada significa una posibilidad para que el atacante pueda encestar. Algo parecido sucede con la concentración, ya que no puede haber ni un solo momento de relajación, si queremos tener una defensa consistente.
Un grupo que trabaja seriamente y compite entiende perfectamente la importancia de mejorar la defensa para conseguir mejores resultados.
La recuperación del balón significa que podemos atacar.Hay que dar una valoración positiva desde dentro del grupo a las acciones defensivas.
Es difícil que desde fuera del equipo alguien pueda ensalzar a un jugador que defiende, ya que es una faceta del juego poco comprendida. Cuando un padre le pregunta a su hijo que como le ha ido en un partido, la pregunta es: ¿Cuántos puntos has metido?
El ataque tiene que sentir que la defensa es algo activo y que no hay descanso. Todas las situaciones deben ser contestadas y anticipadas, de forma que el atacante no pueda realizar ninguna acción con facilidad.
La defensa requiere que todos los jugadores tengan responsabilidad sobre un atacante, pero al mismo tiempo tienen que ser capaces de realizar ayudas a sus compañeros. En la defensa intervienen todos los jugadores de forma coordinada y requiere la colaboración de todos para que sea efectiva. Un solo defensor que no colabore desestabiliza el trabajo del resto.
Si un jugador no tiene el concepto de que una vez que finaliza el ataque ya tiene que estar defendiendo está dando grandes opciones para que el atacante pueda jugar con facilidad. No puede haber paradas ni tiempos entre el ataque y la defensa.
La defensa no va a conseguir en ningún caso impedir que los atacantes encesten, pero sí puede impedir que las acciones se realicen en situaciones menos favorables o en menor número de ocasiones.
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