Yo que no soy muy amante de Procesiones, he aprovechado estos días para hacer esas tareas que se van aparcando en casa, terminar la Ruta de la Tapa que han organizado por segundo año en "mi aldea" y como no, para disfrutar de una gran ruta, por el parque natural de Calblanque, recorriendo la costa hasta llegar a Cala Reona y Cabo de Palos y vuelta.
Me ha sorprendido la cantidad de gente que había hoy por el parque, bastante más que en muchos días de verano.Empezando por Playa Negrete, y siguiendo una sucesión de pequeñas calas, que animaban a darse ya algún baño, con el agua totalmente cristalina, pasando por Playa Larga, Playa de Calblanque y Punta Espada, además de cruzar las Salinas del Rasall, subimos un cabezo de pizarras por una senda que nos lleva hasta Cala Reona, desde donde se divisa el Faro de Cabo de Palos.
El Parque Regional de Calblanque, sin duda uno de los entornos más bellos de nuestra región, no solo por sus extensas playas de arena rubia, sino por todo el escenario que enmarca el Parque. Las calas están separadas unas de otras por acantilados de color grisáceo o negro, debido a la presencia de grafito.
Entre los distintos ambientes paisajísticos podemos contemplar:
Montañas del litoral, que son una sucesión de cabezos alineados de oeste a este, Playas, dunas y acantilados, en los que el mar ha excavado túneles, llamados "bufaderos", por los que cuando hay oleaje, resopla el mar y la espuma.
También se puede disfrutar de las Salinas, las cuales se encuentran sobre dos antiguas lagunas de agua dulce, y muy próximas a la costa. Cuanto más concentración de sal hay, más aumenta el tono rosáceo. A estas salinas acuden muchas aves, como cigüeñela, correlimos, garceta, tarro blanco, gaviota, etc. En definitiva, una gran mañana, quizás empeorada a última hora en la vuelta por el exceso de coches que iban llegando.
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