Desde sus laderas, como emergiendo sobre las calmadas aguas, divisamos en primer témino la Isla de la Perdiguera y tras ella la de mayor dimensión del entorno del Mar Menor, la Isla del Barón. También podemos observar la Marina del Carmolí, el Saladar de lo Poyo, el Cabezo de San Ginés y la Isla Grosa.
Este encantador cabezo ha pagado su tributo con el paso del tiempo, tuneles militares para guardar armamento, a los cuales accedimos, urbanizaciones en su ladera norte, el excesivo pastoreo y la recolección de plantas aromáticas, cogidas sin cuidado, lo han degradado bastante, aunque sigue siendo interesante un paseíto por aquí de vez en cuando.
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