jueves, 30 de julio de 2009

Camino de Santiago

Ponerse en Camino, hacer la experiencia del Camino, es como adentrarse en el desierto y caminar desnudo. Al Camino se llega con lo que eres. Nada más. Y se avanza, la mayor parte del mismo en silencio. Sin preguntar casi nada. Sin preocuparte por lo que no es esencial. A veces se camino con los ojos cerrados y, sin embargo, no se encuentran grandes obstáculos. En el Camino casi todo está por estrenar. Esto apenas se puede entender cuando no peregrinas. En la ciudad todo tiene un precio y lo gratuito apenas se valora. En el camino es sorprendente y grandioso escuchar el ruido de los manantiales, las fuentes y la lluvia rugiendo y estallando sobre el suelo: nos recuerda una y otra vez que el mundo aún puede caminar con ritmos de belleza no aprendidos. El principal alimento del Camino es la esperanza de lo nuevo, de lo que oculta y, sin embargo, se hace presente allí donde el corazón es capaz de ver mucho más allá y más en profundidad que la simple lógica de la razón.

Disfrutar de la bondad y hospitalidad de sus gentes, cuya cultura, costumbres y exquisita gastronomía sorprenderán permanentemente al sufrido caminante. "Las puertas del Camino se abren a todos, enfermos y sanos. No sólo a Católicos, sino aun a paganos, a judíos, herejes, ociosos y vanos; y más brevemente a buenos y profanos"

El paisaje es diferente en todas las etapas, pero de una gran belleza. Hermosos bosques y praderas entre antiguas fortificaciones dan paso a espacios abiertos y áridos. Más adelante amplios valles dan acceso a un angosto desfiladero, son las suaves laderas que acogen al peregrino. Esta ruta ofrece la posibilidad de visitar impresionantes monasterios, al tiempo que pasa por localidades con una gran carga histórica, donde la tradición sitúa hermosas leyendas. Sus pueblos tienen un atractivo especial y algunos sobrecogen por su estado de abandono.

Atrás han quedado casi 900 Km, desde mi inicio en Somport, los días de prados, ovejas, literas, sombra, solana, barro, conversación, autoconocimiento, misticismo, religiosidad, cereal, viñedos, sopas de ajo, sandalias frailescas, idiomas indoeuropeos, tijas, manillares, ampollas, piedras, vidrieras, arbotantes, arquivoltas, cacao, tiritas, botas, rectas, curvas, sacrificios, empeños y mucha cerveza.

Desde el descubrimiento de la tumba del Apóstol Santiago en Compostela, en el siglo IX, el Camino de Santiago se convirtió en la más importante ruta de peregrinación de la Europa medieval. El paso de los innumerables peregrinos que, movidos por su fe, se dirigían a Compostela desde todos los países europeos, sirvió como punto de partida de todo un desarrollo artístico, social y económico que dejó sus huellas a lo largo de todo el Camino de Santiago. En 1993, Año Jacobeo, se produce el resurgimiento peregrinal. La mezcla de reto deportivo con religiosidad, con búsqueda de lo auténtico y de uno mismo, todo ello escoltado por estilos románicos y góticos, entre caballeros templarios y monjes benedictinos, entre hayas y trigos, entre castaños y carvallos, entre leyendas y milagros hacen del Camino de Santiago una experiencia singular.









Al entregar la credencial, el peregrino o peregrina recibe un documento con orla característica de hojas de roble y vieiras jacobeas en el que se hace constar en latín el nombre del peregrino, y es firmada en la actualidad por el Secretario Capitular de la Iglesia Compostelana.

La traducción al idioma español del texto dice así:
El Cabildo de esta Santa Apostólica y Metropolitana Iglesia Catedral Compostelana custodio del sello del Altar de Santiago Apóstol, a todos los Fieles y peregrinos que llegan desde cualquier parte del Orbe de la Tierra con actitud de devoción o por causa de voto o promesa peregrinen hasta la Tumba del Apóstol, Nuestro Patrón y Protector de las Españas, acredita ante todos los que observen este documento que: D. ............. ha visitado devotamente este sacratísimo. Templo con sentido cristiano (pietatis causa).
En fe de lo cual le entrego el presente documento refrendado con el sello de esta misma Santa Iglesia.
Dado en Santiago de Compostela el día.........mes...............año del Señor..........
El Secretario Capitular











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