viernes, 30 de julio de 2010

John Wooden: Principios Básicos (II)

Hay algunos principios importantes que deben ser considerados cuando acometemos la enseñanza del baloncesto a un grupo de jóvenes. A pesar de la dificultad de seleccionar correctamente a unos pocos de ellos, hago un selecto grupo de cinco cosas que construirán los vértices y el corazón de la "Pirámide del éxito" una estructura mítica utilizada para ayudar a consolidar mi pensamiento.
Diligencia: No sustituye al trabajo. Tus jugadores y tú debéis trabajar duro, ya que todos los objetivos se consiguen únicamente a través de un plan elaborado y trabajo duro. La perfección nunca se puede alcanzar, pero este debe ser el objetivo y debe estar sustentado por el esfuerzo. Nunca alcanzarás tu objetivo por la vía rápida.
Entusiasmo: Tus jugadores y tú tenéis que sentir entusiasmo con el baloncesto. Si no es así debéis buscar otra profesión. El entusiasmo se contagia a los demás si tú los inspiras y estimulas. Tu corazón debe estar en tu trabajo y debes estar ansioso por mejorar y aprender más.
Situación física, psíquica y moral: La situación moral y psíquica de tus jugadores es extremadamente importante porque ellas determinarán su forma física, si ellos están diligentes y animados. Un jugador que no está bien psíquica y moralmente, nunca estará en buena forma, porque él derribará más de lo que construya.
El ejemplo psíquico y moral puesto por el entrenador, puede tener una fuerte influencia sobre el tipo de jugadores que él fabrique, y mucho más importante, en el carácter de los jóvenes que después ya no estarán guiados por él, sino por otros.

Fundamentos: A través de las enseñanzas del entrenador, los jugadores deben adquirir un amplio conocimiento y la habilidad de ejecutar correctamente los fundamentos del juego. Deben ser enseñados a reaccionar instantáneamente del modo adecuado sin tener que parar o dudar o pensar sobre lo que están haciendo. En baloncesto no hay duda respecto al lema "El que duda, pierde". Para un buen juego, se necesita la rápida ejecución de los fundamentos básicos. La correcta ejecución de los fundamentos podrá vencer un mal estilo de juego, pero el mejor sistema no logrará superar una pobre ejecución de los fundamentos. El entrenador debe estar seguro de que nunca se permitirá a sí mismo ser arrastrado por un complicado sistema hasta el punto de que él "robe" tiempo de entrenamiento a los fundamentos.
Desarrollo del Espíritu de Equipo: El entrenador debe utilizar la psicología que haya en su mano y utilizar cualquier método disponible para conseguir un buen espíritu de equipo. El trabajo en equipo y la generosidad deben ser enfatizados continuamente, y cada jugador debe anhelar, no sólo querer, sacrificar su gloria personal para el bienestar del equipo. Egoísmo, envidia, y las críticas pueden romper el espíritu de equipo y arruinar su potencial. El entrenador debe estar alerta para prevenir esto y cogerlo en el momento que surja para que no se convierta en un problema.

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