Esta mañana he retomado mi afición a la naturaleza realizando una excursión por Torre Guil, zona cómoda para caminar, sin grandes desniveles, pero bastante agradable. Después de una larga inactividad esperando días menos calurosos, ya toca colocarme las botas semanalmente y ponerme algo en forma, con el fin de poder afrontar rutas más exigentes.
Esta zona del Majal Blanco, donde el agua cuando llueve fluye en grandes cantidades generando un relieve abarrancado característico. El camino nos lleva bordeando la Rambla del Buitre, existe una construcción con un arco, sobre la que pasa la antigua canalización del agua procedente de los chorreones del Buitre.
Siguiendo la senda que conduce a las Cuevas del Buitre alcanzamos la cota de 450 metros. La senda atraviesa un pinar con un sotobosque bien desarrollado formado por numerosos arbustos.
Las Cuevas del Buitre, constituidas por rocas calizas, debieron ser un área de posadero y nidificación del Buitre leonado antes de que se extinguiera definitivamente de estos parajes. Estos roquedos son utilizados por numerosas aves como posadero.
La senda desciende hasta llegar a la Rambla del Buitre, con un pinar denso.
Más adelante, pasamos a una pista, que nos aparece con un suelo rojo, se le considera un paleosuelo ya que su formación ocurrió, hace más de 5 millones de años, bajo unas condiciones climáticas diferentes a las actuales, más cálidas y húmedas y con mayores constrastes estacionales.
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