En este sendero, el predominante pinar de repoblación nos acompañó en todo momento, desde el Centro de visitantes "Ricardo Codorniú" hasta el Collado Bermejo, y vuelta claro.
Aparcado en el Centro de Visitantes, cerrado ayer por la festividad, tomamos la pista forestal que se dirige al aéra de acampada del Campamento de los Exploradores. Siguiendo las marcas blancas y amarillas del PR, dejamos el área recreativa para tomar una senda a izquierda sobre un escalón rocoso.
Estrechados por el exuberante matorral de romero, coscojas y enebros, marchamos en continuado ascenso hasta el cortafuegos de la Moriana. Una vez él, y tras un breve respiro, afrontamos los desniveles más pronunciados de la jornada, siguiendo el trazado que sube por dicho cortafuegos, en total unos 426 metros de desnivel.
Estrechados por el exuberante matorral de romero, coscojas y enebros, marchamos en continuado ascenso hasta el cortafuegos de la Moriana. Una vez él, y tras un breve respiro, afrontamos los desniveles más pronunciados de la jornada, siguiendo el trazado que sube por dicho cortafuegos, en total unos 426 metros de desnivel.
Antes de alcanzar el maravilloso sendero de la Umbría Apartada, avistamos a nuestras espaldas, y a lo lejos, el peculiar paisaje de "badlands" de los Barrancos de Gebas.
Recorrer la Umbría de la Peña Apartada supone contemplar la historia del parque a través de los diques, muretes y terrazas de mampostería, fruto de la restauración hidrológico-forestal de finales del siglo XIX. Esta gran obra natural, y las condiciones microclimáticas de esta umbría, han propiciado una cobertura vegetal de gran valor. En los pequeños barrancos y arrinconadas que descienden hacia el Río Espuña, la humedad colma el ambiente, evidenciando la presencia de rincones únicos en la Región.
Con un leve desnivel continuamos hacia el collado Bermejo pudiendo contemplar hacia el norte la majestuosa presencia del Morrón de Alhama, o también llamado Morrón Chico, y la Morra de las Moscas, y un esbelto Morrón de Espuña circundado por el Collado Bermejo y el Collado Mangueta.
Desde el mirador del Collado Bermejo avistamos la sorprendente y fotogénica Peña Apartada.
Desde el mirador del Collado Bermejo avistamos la sorprendente y fotogénica Peña Apartada.
Tras un descanso y un tentempié compuesto de fruta, iniciamos la vuelta por el mismo camino, donde el descenso por el cortaafuegos nos dejó las rodillas y los dedos de los pies algo tocados.
Para terminar una buena comida en ambiente natural, esta vez fuimos al "Nuevo Paraje de Moriana", donde nos esperaban los embutidos caseros, esas morcillas recién hechas (tuvimos la suerte de que habían hecho matanza) y el riquísimo Chato murciano acompañado todo, por supuesto, de un buen vino.
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